
La
franja litoral del Parque, además de las discontinuidades
acuáticas generadas por las vías de entrada de los estuarios,
presenta otros tipos de formaciones como son los acantilados,
las playas y las dunas.
Los
acantilados del Parque son relieves de roca caliza, de
importante desnivel y caída casi vertical, sobre los que rompe
el oleaje. Estos acantilados, además de su función biológica
como área de nidificación de aves acuáticas, representan un
elemento paisajístico de gran valor. Su presencia a lo largo
del litoral, aporta al Parque la fuerza visual de las grandes
formaciones rocosas, y la belleza cromática y de movimiento que
producen las rompientes. Es por tanto, el conjunto de los
acantilados con las aguas que los dan sentido, un paisaje de
especial belleza.
En
el Parque, dos conjuntos de playas se ubican a ambos lados del
cabo Oyambre, uno de sus principales acantilados. En la zona
occidental, la amplia playa de San Vicente de la Barquera, con
sus distintas denominaciones -Merón, La Braña, Bederna y Gerra-abarca
el espacio entre la ría de San Vicente y Peña Entera; y la
playa de Oyambre, al oriente del cabo y que abarca el espacio
entre éste y la ría de la Rabía. Los dos sistemas forman
amplios arcos de arenas finas, sobre un sustrato muy tendido,
dando lugar a playas de un largo recorrido mareal, íntimamente
ligadas en su manifestación a las mareas. Así, en las
pleamares, de las playas apenas queda un pequeño testimonio,
con lo que las dunas adquieren su máxima relevancia.

En
el extremo occidental de la Playa de San Vicente y en el
oriental de la de Oyambre hay unos interesantes sistemas dunares,
generados como consecuencia de las arenas acarreadas por el
viento y de los aportes de las mareas. En estas dunas, el
sustrato arenoso, la alta salinidad y la escasez de agua dulce
definen las difíciles condiciones en las que se desarrolla la
vida animal y vegetal. Esto hace que tanto la fauna como la
flora que se desarrolla en las dunas, presente una importante
especialización que permita superar todos esos condicionantes
tan exigentes. El barrón (Ammophila arenaria), el cardo de mar
(Eryngium maritimum) o la lechetrezna de mar (Euphorbia paralias)
son algunas de las especies vegetales específicas de las dunas,
y que en distinto grado, contribuyen a la fijación de sus
arenas.
Los
acantilados, las playas y las dunas del Parque Natural de
Oyambre son ecosistemas de gran riqueza biológica, que
presentan una elevada biodiversidad, y que aportan al conjunto
del Parque un gran valor medioambiental, de necesaria
conservación.